El teatro oriental tiene una tendencia metafísica y por lo tanto en el sentido de la religión. En cambio, el occidental tiende al psicoanálisis y por eso, más hacia lo profano. En la Grecia clásica, encontramos un teatro parecido al oriental, también en los misterios medievales y en calderón.
La tragedia ateniense es un monumento religioso.
El teatro representa el mundo y lo manifiesta a los ojos del espectador y porque lo (re) presenta hace percibir su carácter ilusorio y transitorio.
El espectador se proyecta en el actor, que se identifica con el personaje; y comparte los sentimientos expresados, pero la propia expresión de las pasiones lo liberan de lo que permanecía encerrado en él (catarsis).
El teatro contribuye así a desanudar complejos.
Técnica-Expresión-Danza-Epifania
Las cuatro etapas del desarrollo artístico
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