Acerca de las clases de escritura (entrevista)

Poema Ambiguo

Por amar aun

De su pasado imperfecto
un final sin destino sin misterio
sin sorpresas
recordó saber no conocer
olvidando nombres significantes
esperó la locura
para llegar al silencio
pudo ignorarse sabiendo
incapaz de encontrar su cura
su muerte
no cubrió de negro
el silencio del blanco
con rojo en las venas
murió de rodillas
fingiendo no hacerlo
besó dioses que odiaba
en secreto
escuchando voces imaginarias
en ecos de relatos que no escuchaba
regresó
de su memoria involuntaria
en un aroma una espera
primero un sonido
una voz una mirada
en un espacio
un aroma cómodo aroma
como en casa de alguien
siendo nadie pero siendo
en el ritual los lugares
en su lugar las puertas
la ventana
en su mirada
el aroma
de palabras
en palabras
de la salida a la entrada
en un espejo de su voz
retornó el silencio
de su pasado perfecto

Por amar aun

Solange Barroso

Simbólica de la luna y las estrellas

De la estrella se retiene sobre todo su cualidad de luminaria, de fuente de luz. Las estrellas representadas sobre la bóveda de un templo o de una iglesia precisan su significación celeste. Su carácter celeste las presenta también como símbolos del espíritu y en particular, del conflicto entre las fuerzas espirituales, o de la luz, y las fuerzas materiales, o de las tinieblas. Traspasan la oscuridad, son también faros proyectados sobre la noche de lo inconciente.
El simbolismo de la luna, en tanto, se manifiesta en correlación con el del sol. Sus dos características más fundamentales derivan, por una parte, de que la luna está privada de luz propia y no es más que un reflejo del sol; por otra parte, de que atraviesa fases diferentes y cambia de forma. Por esto simboliza la dependencia y el principio femenino, así como la periodicidad y la renovación. En este doble aspecto es símbolo de transformación y crecimiento. Es, además, en otro sentido, símbolo de la noche y del sueño y de lo inconciente.

Teatro Mágico

El teatro oriental tiene una tendencia metafísica y por lo tanto en el sentido de la religión. En cambio, el occidental tiende al psicoanálisis y por eso, más hacia lo profano. En la Grecia clásica, encontramos un teatro parecido al oriental, también en los misterios medievales y en calderón.
La tragedia ateniense es un monumento religioso.
El teatro representa el mundo y lo manifiesta a los ojos del espectador y porque lo (re) presenta hace percibir su carácter ilusorio y transitorio.
El espectador se proyecta en el actor, que se identifica con el personaje; y comparte los sentimientos expresados, pero la propia expresión de las pasiones lo liberan de lo que permanecía encerrado en él (catarsis).
El teatro contribuye así a desanudar complejos.